La reflexión del cómo el
individuo aprende ha sido uno de los temas centrales de las teorías educativas,
pero existen dos tendencias radicalmente opuestas para explicar este proceso.
Uno es el conductivismo
radical según el cual la realidad está dada, el mundo está conformado por
pautas, hábitos y reglas que el individuo debe asimilar; Pedro Rodríguez Rojas.
la otra visión, la del constructivismo
radical (Piaget) donde el proceso del conocimiento es una construcción por parte
del sujeto, la realidad tal como la entendemos no existe externamente, no está
dada, el hombre la construye. Estas dos tendencias teóricas aparentemente
irreconciliables, no funcionan igual en la práctica.
Todos sabemos que la educación
es un proceso de sociabilización y sobre todo en la edad temprana requiere de un
proceso fundamentalmente conductual, de lo contrario no existiría la sociedad,
reinaría la anarquía. Pero también es cierto que los individuos desde pequeños
aprenden de diversas formas, dependiendo de sus características naturales y
sociales. El conductivismo no puede dar respuesta a esto, pero también es
innegable que hasta en la práctica más conductual, cada individuo genera su
propio conocimiento.
Lamentablemente el mundo académico
intelectual no ha escapado de las tendencias actuales de deslastrarse de todo
lo que represente viejas teorías y seguir tras las nuevas corrientes, muchas
veces sin tener claro el sentido de qué son y hacia donde los dirige.
Este modismo
intelectual puede ser causado, entre otros, por la poca formación teórica
epistemológica o por la simple cocomodidad de no cuestionar lo que
se presenta como novedoso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario